viernes, 18 de noviembre de 2016

El Chico del Taxi

 Aquel día de otoño, Lu había amanecido muy de mal humor. Se había enterado de que habría paro de colectivo durante toda esa  semana, lo que la obligaría a tener que manejarse  taxi durante todos esos días.
  Luego de haber tomado una ducha y haber desayunado sus wafles con jugo de tomate, levanto el teléfono y marco a la compañía de taxis. Mientras esperaba, comenzó  a pensar ideas para un trabajo de arquitectura -carrera que Lu estudiaba – que debía presentar la semana entrante.
  Un sonido de bocina la saco de su concentración. Alarmada por el brusco sonido, Lu tomo sus cosas con un movimiento frenético, salió del departamento, puso llave, y se dirigió medio trotando, medio caminando hacia el taxi. Era un Chevrolet  Corsa oscuro, algo viejo, pero limpio. Al subir, una oleada de calor azoto su cara, parecía ser que aquel conductor era demasiado friolento, ya que parecía tener la calefacción al máximo, el coche  bastante limpio por dentro  a comparación con las demás veces que había viajado en taxi, los asientos eran de cuero, y estaban algo gastados, también se podía percibir en el aire, el sofocante olor a combustible, olor que Lu aborrecía desde que tenía memoria, en el freno de mano se podía ver una bolsa negra que rebalsaba papeles. Miro al conductor al escuchar que este le decía:
-Hola! ¿Dónde vamos?- se podía apreciar que el sujeto era bajo, tenía ojos café, y el cabello sedoso y castaño. Parecía simpático, pero tímido. Era de esas personas que uno ve y al instante se da cuenta de que se guarda demasiadas cosas. “Es demasiado guapo para ser taxista”, pensó la muchacha.
-Hola! A la Facultad de Arquitectura  por favor- le dijo la muchacha.
  Y en un abrir y cerrar de ojos, el auto ya estaba en marcha.
  Los dos permanecieron en silencio, hasta que Lu, quien odiaba el silencio, decidió ser simpática con el muchacho.
  -¿Cómo te llamas?- pregunto Lu sin titubear.
  -Diego  -dijo el en tono cortante.
  -Ah! Yo me llamo Luaxana, pero podes decirme Lu.
  -Bueno, Lu, no soy de las personas que hablan mucho. Así que si podes, haceme el favor y sigamos con el viaje en silencio. No me pagan por entretener a mis clientes.
  -Ah, okey – dijo Lu un tanto decepcionada
  Y así continuaron el viaje sin decir una palabra.
  El día de Lu fue como todos. Entrar al aula, escuchar lo que decía el profesor hasta que la hora terminara, viniera el siguiente profesor, diera su clase, siguiente profesor, la clase y así  una y otra vez hasta que el día terminara.

 Cuando ya todas las horas de todos los profesores hubieron terminado. Lu salió del predio de la Facultad y sintió el aire fresco que rondaba en el ambiente, decidió no volver a casa en taxi, si no, caminar y observar como el aire cubría su cuerpo llenándola de alegría y gozo al contemplar aquel día.
La caminata hasta casa fue de lo más tranquila. Había visto como un niño jugueteaba con un barrilete de colores incontables que volaba por los aires con la fuerza del  viento, la cara del niño se veía como una primavera sin fin, en la que todo el mundo podía ser feliz sin importar lo que pasara alrededor.
  Al llegar a casa, lo que hizo fue quedarse acostada en el sofá viendo televisión por un rato. Luego, tomo una pequeña siesta de una hora y se levantó para ponerse a hacer el trabajo de la facultad.
  Al día siguiente, Lu repitió la misma rutina al igual que todos los días. Ducharse, desayunar, pedir un taxi y esperar. 

  Luego de unos 5 minutos oyó la bocina de un coche afuera  de la casa, al salir, puso y llave y se dirigió al coche. Se sorprendió al ver que ese coche era el mismo que la había buscado el día anterior. Y más sorpresa se llevó al ver que el conductor era Diego. Parecía ser que a él no le había agradado nada el hecho de que Lu fuera nuevamente su pasajera, ya que en su cara no había  ni siquiera un rastro de alegría, o al menos eso pensó Lu. Pero, aunque Diego no lo demostrara, se sentía algo atraído por aquella joven de cabellos largos hasta la cintura y ojos verdes como el  agua de un estanque cristalino.
  -¿A la U.N.C?-pregunto Diego sin siquiera saluda.
  -Si – dijo Lu, imitando la actitud del chico.
  -Ehh… Te quería pedir disculpas por como te trate ayer, es que tenía problemas familiares. No soy tan cortante en realidad.
  -No, no pasa nada, enserio. Tenías razón con eso de que no te pagan para entretener a tus clientes. Yo te pido disculpas.
  -Bueno, si queres podemos charlar, así el viaje no se nos hace tan aburrido. Porque a mí no es que me guste mucho estar todo el tiempo callado y con cara de malo –dijo el tratando de ser gracioso, y funciono, ya que Lu pareció esbozar una pequeña sonrisa divertida.
  - Jajá! Pensé que tener cara de malo era lo que más te gustaba –agrego ella.
  -La gente piensa eso de mi muy seguido- dijo el con una sonrisa torcida en el rostro que derretiría a cualquier mujer, pero que a Lu solo le hizo estar más interesada en conocer a aquel chico tan encantador.
  - Y…contame ¿Qué carrera estás haciendo?
  -Arquitectura  ¿Y vos? – le dijo Lu, alegre por el interés del muchacho
  -Estudio abogacía, pero no me va tan bien por paso la mayor parte del tiempo trabajando.
  -¿Y por qué no dejas de trabajar y te concentras más en tus estudios?
  - No puedo, tengo que pagar el tratamiento de mi abuela, tiene cáncer de pulmón y la obra social no cubre todos los gastos- dijo el con un atisbo de tristeza en el rostro que Lu no alcanzo a notar y siguió haciendo preguntas.
  -¿Y por qué no lo pagan  tus papas?
  - Porque ellos se murieron cuando yo tenía 10 año. Desde entonces mi abuela me crio, por eso se lo debo – su voz se inundó de tristeza.

  La cara de Lu cambio repentinamente, avergonzada por haber hecho que el  joven hablara de un tema que seguramente no quería tocar –Lo siento mucho, no tendría que haber preguntado tanto.
  -No, está bien. No es tu culpa. Fue mi decisión contarte –dijo él y la bella sonrisa que había tenido minutos antes volvió a su rostro inmediatamente.
 El resto del viaje fue muy entretenido, charlaron sobre cosas de interés mutuo y rieron a carcajadas de vez en cuando.
 Y así toda la semana. Diego había pedido en la compañía que siempre que llamaran de la dirección de Lu, lo enviaran el a buscarla.
  Cuando la semana del paro termino, decidieron que comenzaría a verse en otros lugares en vez de un taxi. Así fue como empezaron a ir al parque juntos, sacar pasear al perro de Diego, y cosas así.
 Se ayudaban mutuamente con sus estudios y pasaban mucho tiempo juntos. Se habían vuelto mejores amigo en pocas semanas.
  Una tarde, mientras los dos estaban en el parque tomando helado, Diego recibió la triste noticia de que su abuela había fallecido durante la operación, pues el tumor que tenía era mucho más complicado de extirpar de lo que los médicos habían imaginado.
 Lu acompaño a Diego en cada momento. Sabía que ahora más que nunca la necesitaría.
  Luego de dos meses de la muerte de su abuela Diego había podido recuperar algo de su alegría habitual, pero seguía dolido. Una tarde mientras paseaban por el parque conversando sobre el examen que Lu había tenido hacía pocos días, Diego le dijo:
-Lu, te tengo que decir algo, pero por favor no te enojes, no quiero arruinar la amistad que tenemos, pero esto es algo que me mata por dentro –Lu comenzó a notar que había algo en la mirada de Diego, era algo como nerviosismo mezclado con preocupación.
-No pasa nada, Diego, decime. No creo que sea algo tan grave como para arruinar nuestra amistad –dijo ella con un tono divertido para hacer despreocupar a Diego.

 -Estoy enamorado de vos- dijo el muchacho.
 Lu lo miro con expresión divertida y de la nada comenzó a reír a carcajadas. Diego no sabía si ponerse contento o ponerse a llorar. Entonces, Lu lo miro. Como nunca antes lo había mirado, lo miro con un brillo centelleando en los ojos, como si todas las estrellas hubieran bajado del cielo para posarse en sus ojos, llenos de magia y amor hacia aquel joven del cual ella también se había enamorado. Entonces sus labios se unieron a los de Diego, eliminando todo el espacio que los separaba. Y por un momento Lu sintió que la primavera sin fin que había visto en los ojos de aquel niño, los rodeaba, sentía que junto a aquel muchacho podría ser feliz para siempre sin importar lo que pasara.
 -Yo también estoy enamorada de vos-dijo con una sonrisa resplandeciente en el rostro.
  

La Leyenda de la Sonrisa del Parque

  La noche era fría y la niebla que cubría el paisaje no me permitía ver más allá del quisco de la esquina. Había terminado mis horas en el hospital y me encaminaba a casa con el único objetivo de descansar.
  Todas las noches, al volver a casa, tenía que pasar por el parque del barrio. Siempre parecía aterrador.
  Al pasar por allí vi las hamacas moverse por la helada brisa de invierno. Estaba oscuro. Los arboles formaban aterradoras formas en el suelo debido a la luz de la luna. Tenía la horrible sensación de que alguien me estaba observando desde el otro lado de la calle. Giré la cabeza, pero no había nadie allí. Continúe caminando, pero cuando estaba por cruzar el parque, me detuve bruscamente al ver una figura que parecía estar observándome sentada en uno de los bancos del parque. Un cosquilleo aterrador recorrió  mi cuerpo, al mismo tiempo que comenzaba a caminar con rapidez. La figura parecía un hombre, una capucha negra le cubrió el rostro. En un intento de olvidar que estaba allí, volví la cabeza al frente y continúe el camino hacia casa. Hice algunos metros y volví a sentir la misma presencia horrorosa detrás de mí, gire la cabeza y lo vi sentado en un banco a pocos pasos de mí. Era fácil notar que no era el mismo banco que de algunos pasos atrás. Otro escalofrió aterrador recorrió mi cuerpo. Seguí  caminando tratando de no pensar en la situación. Unos metros después, volví a verlo en otro banco diferente. Esta vez de verdad me asuste y me detuve antes de pasar frente de él.
  Empecé a caminar para atrás, deshaciendo mis propios pasos. De repente, él se levantó y comenzó a caminar en la dirección contraria a la mía. Admito que eso me tranquilizo un poco, pero al ver que al pasar por detrás de un árbol, desapareció, mi estómago dio un vuelco comencé a correr lo más rápido que pude en dirección a mi casa. 


Corrí algunos metros, cuando una raíz que sobresalía del cemento se enredó en mi pie y me hizo caer de rodillas contra el suelo. Cuando intente levantarme, algo tiro de mi pie, y volví a caer. Cuando por fin logre levantarme, mire a mi alrededor y vi al mismo hombre encapuchado a más o menos un metro de mí. El corazón me latía a mil por minuto. Di media vuelta con la intención de alejarme de esa espantosa escena, pero cuando lo hice, el hombre aparecía de la nada enfrente de mí y levanto lentamente su rostro. La luz de la luna lo alumbro completamente. Pronuncie un grito ahogado al presenciar lo  que tenía en frente: un rostro completamente blanco, con el borde de los ojos negros. No tenia parpados y sus pupilas eran blancas y siniestras. Las comisuras de sus labios se tornaron hacia arriba, hasta llegar a sus sienes. Dejando a la vista una sonrisa escalofriante. No tenía dientes, eran colmillos. Me miraba fijamente.
  Podría afirmar con seguridad que esos fueron los peores dos segundos en mi vida entera. Fue como si el tiempo se hubiera congelado. No había forma de saber que pasaría después.
  De repente, empecé a escuchar pasos a mis espaldas, la cabeza sonriente desvió la mirada para observar lo que sea que estuviera detrás de mí. Lentamente, yo también gire la cabeza. Había una niña pequeña con un camisón floreado y un peluche en la mano izquierda, iba descalza y una sonrisa se dibujaba en su rostro. Hubiera parecido tierna en otra situación, pero en ese momento me, lo único que logro fue causarme más terror del que ya tenía. La niña miraba a la cabeza sonriente con los ojos llenos de curiosidad.

  La niña extendió la mano en dirección al hombre, o lo que sea que fuese esa cosa y este pareció olvidarse completamente de mi presencia. Se dirigió hacia la niña y le tomo la mano. Los dos  dieron media vuelta y se alejaron de mí dando  saltitos. Mirando atónita la situación no se me ocurrió nada más lógico que alejarme corriendo del lugar y llegar a mi casa, donde me sentiría más segura.

Al llegar a casa lo primero que hice fue llamar a mama para contarle lo sucedido, ni por asomo creyó ni una palabra de lo que le dije y puso la excusa de que había imaginado todo debido al cansancio que me había provocado el trabajo. Los rumores corrieron rápido y todo el barrio se enteró de lo que me había sucedido.
Yo me obsesiones con el tema, comencé a investigar sobre todos los casos paranormales de la zona, llegando al punto de no salir de casa. Ya no iba a trabajar y mi madre estaba cada vez más preocupada por mí.
  Puede que todo haya sido una cruel broma de algún chistoso perturbado, pero estoy casi segura de que lo que se paró enfrente de mí esa noche no era humano.
  Mi madre ya no pudo soportar mi comportamiento, por lo que decidió que necesitaba ayuda profesional. Me envió a un manicomio, pensando que allí estaría segura, pero los recuerdos de esa noche me siguen carcomiendo el cerebro. Tantas dudas, el deseo de saber qué fue lo que realmente paso allí, me está matando.
  Llegaron noticias de que alguien compartió la historia con el periódico local y los medios comenzaron a llamarla “La Leyenda de la Sonrisa del Parque”.  
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El Espejo

En un pueblo en la comunidad de Valencia ocurrieron varios hechos escalofriantes que llegaron a los diarios y a mi me lo contó alguien del pueblo. 
Se dice que un día como hoy se mudo una familia en la casa mas linda y grande del pueblo; una casa hermosa con tres habitaciones, cuadros y muebles antiguos pero resulta que la casa no era lo que aparentaba ser, tiene un oscuro secreto. En el año 1899, vivía un hombre llamado Roque de unos 57 años mas o menos viudo, el todas las noches a las tres de la madrugada veía a su esposa en un espejo, le hablaba y ella lo escuchaba hasta que un día salió del espejo en el que vivía encerrada después de muerta. Ella empezó a apuñalar a Roque de una manera muy cruel así el se iba con ella al espejo. El hombre moribundo le pregunto porque hacia eso, ella le contesto –porque me maltratabas cuando estaba viva y esta es mi venganza-, es increíble lo que sucedió ese día testigos del horror aun lo recuerdan... 
Esa es la historia de esta casa escuchaban aturdidos la nueva familia que se mudo, tengan mucho cuidado en la noche, el espejo esta en la habitación principal, en el cual Roque y su esposa quedaron unidos en esa encrucijada del espejo. 

jueves, 17 de noviembre de 2016

ISABEL Y EL MISTERIO PSIQUICO


Estaba Lucas tranquilo en la calle cuando su madre lo llamo porque ya era de noche.
Cuando entro se sentó en la mesa y a los pocos minutos discutió con su padre .Se fue a su cuarto sin terminar de comer y se puso con el celular, cuando dejo de escuchar ruidos, se asusto y fue a la cocina. Se encontró con que no había nadie, fue en ese momento cuando comenzó a escuchar ruidos extraños, salió al patio y vio a un horrible espectro femenino que sostenía una muñeca en sus manos. El fantasma solo pronuncio una frase “cuídate, porque volveré”. Comenzó a gritar y se fue como por arte de magia. Lucas se desmayo y cuando despertó sus padres estaban intentando reanimarlo.
Su madre le pregunto qué había ocurrido y el mintiendo le contesto que no recordaba nada, para que no lo tomaran por loco.
A la mañana siguiente decidió investigar sobre el fantasma. Encontró una especie de biografía y decidió leerla. Decía que se trataba del fantasma de una niña que había vivido en la que ahora era su casa, esta niña había nacido con unos extraordinarios poderes psíquicos los cuales la volvieron adicta y comenzó a manejar a todos incluidos sus padres, ellos comenzaron a tener pesadillas hasta que murieron por problemas neurológicos.
Cuando la niña se entero de que esto había sido por su culpa cayó en un profundo dolor y comenzó a dominar todo el pueblo. Su furia era tal que los habitantes decidieron ahorcarla. Dicen que las personas que vivieron en su casa la han visto como un fantasma que lleva en sus manos a ella cuando era niña, pero su aspecto real reflejaba como hubiera sido de grande.
Lucas se asusto, el fantasma había dicho que volvería, así que intento convencer a sus padres de mudarse. Como nadie lo escucho tuvo que seguir viviendo en esa casa.
Hasta que una noche todo sucedió de nuevo, los ruidos extraños, la gente desaparecida y el horrible espectro, de pronto dejo de ver, de oír y de hablar, y se pregunto a si mismo que pasaba… estaba viajando al mundo de los muertos… Isabel lo había decapitado.
FIN
ACOSTA, JUAN



El soldado de la vara mágica

había una vez un soldado que vivía en el reino helado donde gobernaba el rey malvado,tan cruel era que maltrataba a sus súbditos y mas que nada a soldado.
Este soldado llamado lord willian tenia un fantástico plan,pero que no podía resolver .su plan era matar al dragón que te aterrorizaba el pueblo , pero este dragón era de los mas poderosos y se llamaba moltanica.
Un día mientras caminaba por el reino, encontró al pie del árbol una bella y poderosa vara mágica ,cuando la agarro la vara comenzó a a hablarle y le dijo “solo te concederé un deseo haci que piénsalo bien”.
El soldado sin dudar el soldado le pidió un arma tan poderosa que tenga la capacidad de vencer a moltanica. La varita se lo concedió y desapareció. De repente surgió un enorme dragón de hielo, Willian pensó que lo atacaría. Pero todo lo contrario,El dragón con voz ronca dijo:
no te haré daño estoy a tus ordenes, y por cierto me llamo ártica el rey del hielo y vengo a vencer a moltanica”. Cuando el soldado escucho esto le dijo que debían ir a la cueva de moltanica, pero el no sabia donde era.
El dragón le dijo que el sabia y que debían atravesar el bosque encantado.
Entonces dragón y soldado marcharon por los aires a la cueva de moltanica. Mientras volaban vieron las diminutas casa de los elfos , las chozas de las brujas y unos gigantes luchando.
Cuando llegaron a la cueva del dragón vieron que alguien hablaba con moltanica.
Era nada mas y nada menos que el rey malvado, que le decía al dragón que el seguiría
gobernado si moltanica seguía aterrorizando todo el pueblo.
Sin dudarlo dragón y soldado se lanzaron hacia ellos. El soldado fácilmente derroto al rey y lo ato a un árbol.
Minutos después de una larga pelea entre dragones mano a mano ártica congelo a moltanica y el soldado lanzo un espadazo por lo que el dragón se partió en pedazos .
Cuando volvieron al reino y contaron lo sucedido el pueblo echo al rey y coronaron al valiente lord willian que se caso con la princesa ,hija del rey malvado, y el dragón encontró como pareja a una guardiana del bosque encantado llamada “hada de flores”
la cual lo convirtió en un humano con la capacidad de convertirse en dragón, mejor dicho en el dragón que junto a lord willian salvaron al pueblo...
y todos vivieron felices por siempre.



Fin


Acosta, juan

Selemia, la princesa de los cabellos mágicos

               Había una vez, una princesa llamada Selemia Feris, que vivía en un grande y alto castillo junto a sus padres, el rey y la reina Feris de Camelot.  Selemia era una princesa alvina, eso significa que por falta de pigmentación tenía: pestañas, cejas y un cabello tan blanco como la mismísima nieve; pero además tenía unos ojos celestes que te encandilaban a la primera mirada. Ella no solo era una bella muchacha, sino que poseía una cualidad, o mejor dicho, una magia única e inigualable: al agitar su cabello esparcía polvo de hadas por todas partes, solo si ella lo deseaba. Pero shh, esto no lo sabe nadie puesto a que ella está muy consciente de que el polvo de hadas es un elemento mágico muy buscado por hechiceros malvados, y su vida podría estar en riesgo. Pero….  ¿Selemia nunca usa su poder? Claro que lo usa, todas las noches cuando el reloj toca las 3 de la mañana, ella sale a volar por todo el reino, pero tenía totalmente prohibido ir al bosque mágico ¿Por qué será? Eso era lo que la joven se preguntaba noche tras noche, ¿se animara a entrar algún día?
               Tiempo después, era un hermoso día de verano en el reino, ya había caído el sol y la luna iluminaba aquel cielo estrellado. Selemia había decidido que esa misma noche iba a explorar el bosque y nada ni nadie la iba a detener. Y así fue, ni bien el reloj toco las 3 de la mañana Selemia sacudió su hermoso cabello y se roció con polvo de hadas, ya estaba lista! Entonces salió de su torre y emprendió viaje. Al ver el bosque, bajo y se decidió a entrar. Camino camino y camino hasta que vio un ser extraño y muy petiso, acaso era….. un duende! Selemia valiente como era le dijo al extraño ser: Hola disculpa tu eres algo asi como una especie de duende? El duende muy furioso respondió: No soy una especie de duende soy UN DUENDE MAGICO y este duende mágico tiene nombre y se llama Argón, un poco más de respeto niñita… Espera un segundo tú por casualidad no eres la princesa Selemia? Ella contesto: Si soy yo…. Argón  jajaj
               
Duende:-  ¿ qué haces aquí? ¿Cómo llegaste? ¿no deberías estar en tu palacio, niñita mimada?.
Selemia:- Te voy a contar algo que no sabe nadie, solo porque creo que al ser un ser mágico entenderás de esto. Tengo un pelo mágico que esparce polvo de hadas cuando lo agito y además vine volando, obvio, a conocer  el bosque, yaqué me tienen prohibido entrar.
Duende:-  princesa sabe que es peligroso además el hechicero Gargamel  haría lo que sea por obtener polvo de hadas. Pero no se preocupe yo seré su guía y su fiel cuidador en este bosque, pero cuidado no tenemos que ir nunca al lado oscuro porque ahí se encuentran las peores criaturas.
Selemia:- Bueno, no te preocupes por mí, estaré bien, ahora vamos!!!
Recorrieron todo el bosque, bueno solo el lado bueno, y vieron hadas, aguas encantadas, animales mágicos y claro muchos duendes encantados jaja.

               Luego, cuando llegaron al hogar del duende, este se fue a comprar unos chocolates, dejando a Selemia completamente sola. De repente, apareció en la casita del duende el hechicero Gargamel y dijo: Hay hay hay sí que tú eres la princesa de os cabellos mágicos jaja, es hora de que yo posea todo tu poder. De esta manera el hechicero se llevó a Selemia a su alta torre y la encerró en un cuartito pequeño mientras ella gritaba: no no sácame de aquí porfavor!! Tranquila mi princesita pronto cuando te saque todo tu poder estarás muy feliz donde ati mas te gusta, muy cerca de las estrellas buajajja, dijo el hechicero con maldad.  No, no no me mate por favor , rogaba ella desde el cuartito.
                Cuando finalmente llego el duende, al no ver a Selemia por ninguna parte supuso que el hechicero la había raptado, entonces tomo su espada y con mucho esfuerzo se decidió a cruzar el bosque oscuro para salvar a la princesa. Y así fue cruzo el bosque enfrentándose a brujas, dragones, duendes malignos, demonios, entre otras criaturas. Hasta que al fin llego a la torre. Subió hasta encontrar a la princesa y finalmente la bajo de allí: Hay gracias amigo creí que iba a morir allí.
                Pero no todo iba hacer tan fácil, de repente apareció el mago y cuando pensaban que ya estaba todo perdido… los cabellos de la joven se levantaron por si solos hechizando asía ese malvado villano y durmiéndolo para siempre.
                Entonces la princesa y el duende huyeron al boque mágico y decidieron que dejarían todo para vivir allí juntos y ser de verdad felices para siempre.

FIN
Autora: Vir Stobbia

Por valiente ocurrió el incidente

Hoy les contare una historia que ocurrió hace mucho tiempo, obvio no se trata de mi, pero se las contare con el mismo horror que invadió mi pecho ese día. Este hecho tuvo lugar en el secundario, si, ese secundario en el que siempre fui la excluida, la antisocial.
Era una mañana invernal del año 1979, entre al colegio, subí las escaleras y hasta ahí todo parecía normal, pero cuando vi asía el baño me lleve una ingrata sorpresa; todas mis compañeras y preceptores observaban el espejo del baño en el cual estaba escrito, con un color rojo similar a la sangre, una oración en la que decía: 

"NOS HEMOS HARTADO DE QUE JUEGUEN 
CON NOSOTROS, EL QUE SE ATREVA A MOLESTARNOS NUEVAMENTE LO VA A LAMENTAR". 

No tuvo mucha importancia ya que todos creyeron que era solo una broma y se dio la orden de que cada chico volviera a su curso sin que se volviera a tocar el tema.
Todos cumplimos, excepto dos chicas: Melisa, una chica popular, presumida y un poco ingenua, a  la cual le encantaba romper las reglas junto a Laura, una chica muy inteligente, manipuladora y malcriada. Ambas decidieron enfrentar a los supuestos seres paranormales que había en el baño. Laura propuso que esa noche jugaran al juego de la URCIA, que consistía en prender dos velas colocándolas en el lavatorio principal repitiendo, con los ojos cerrados, 5 veces la siguiente estrofa: 

1, 2,3 a la URCIA invocaré
 4,5,6 miedo no tendré
7, 8  aquí te esperaré...

Cuando cayó la noche, sigilosamente, se escondieron en el baño. Al siguiente día con el primer timbre de entrada lo vimos, melisa y Laura muertas en el baño; ellas tenían marcas de quemaduras por todo su rostro, todos comenzamos a dudar de cómo se las habían hecho, pero cuando vimos esas peculiares velas de cebo rojo y el nuevo mensaje en el espejo que decía: por valiente les ocurrió el incidente. Pudimos comprender que este asesinato no l había hecho una persona, sino un ser sobrenatural. Tras esto todos salimos corriendo y la escuela no tuvo más opción que cerrar… Apuesto que quieren saber cómo se todo eso, pues no tuve más remedio que suicidarme por el maltrato que tenían hacia A mí, les importaba tan poco que nadie se dio cuenta, jure vengarme…si pero si todavía no se dieron cuenta: YO SOY LA URCIA.


 Autoras: Vir Stobbia/ Valentina Palacios