martes, 15 de noviembre de 2016

     ¿NECESITAN AYUDA?
En una tarde de verano de 1999, Lyra tuvo que ayudar a una fundación que trabajaba junto a su escuela, ya que, por escaparse de la escuela varias veces, tuvo que hacer servicio comunitario en la plaza de su barrio.
Se sintió agotada y aprovecho que los chicos de la fundación se habían ido por comida, se sentó en la banca para descansar. Con la botella de agua en la mano recorría con la vista las casas, que ya conocía, y para su sorpresa se encontró con un portón gris oxidado bastante grande para ser de una casa. Lyra no dudo dos veces en acercarse allí.
Cuando ya estaba lo bastante cerca, se sorprendió al ver un letrero que decía “Cementerio de London” y un cartel mas chico abajo “inaugurado en 1950” ¿Cómo es posible que nunca lo allá visto? ¿Por qué desde mis 16 años de vida nunca lo allá visto en esta calle? Y desde allí por dos razones: 1- tenia que terminar su horario en el servicio comunitario (y todavía faltaba bastante trabajo en la plaza), 2- que chica de 16 años entra sola a un cementerio que nunca en la vida había visto.
El cielo ya estaba oscureciendo y el aire se sentía mucho mas frio que al principio.
Pero Lyra en esos momentos sintió un impulso que le corría por el cuerpo, una sensación que quería que ella entrara a ese cementerio ¿Cómo una chica alta, delgada, con el cabello lacio que le cubría prácticamente toda la cara sin contar que la noche se acercaba con la llegada de la luna; iba a entrar a ese cementerio? Pero… su respuesta mas obvia fue que entraría y saldría sencillamente de allí. Justo eso no fue lo que pasó esa noche en aquel cementerio.
Entro cuidadosamente por el pasillo principal, el aspecto que vio no era muy bueno, parecía mal cuidado, con flores secas por todas partes y la pintura de las paredes estaban todas rasgadas. Siguió caminando por el pasillo hasta toparse con la florería. Abrió la puerta sigilosamente porque no sabia lo que podía encontrar adentro. Para su sorpresa la luz estaba apagada y lo primero que pensó era volver atrás, pero de repente Lyra saltó al ver que venía una luz con una sombra por detrás. Ella iba a salir corriendo pero aquella sombra habló:
-¿Hola? ¿Quién esta allí?
Lyra no pudo escapar y respondió.
-Soy Lyra, solo pasaba a ver ya me voy- las palabras le salían de la boca con la vos muy temblorosa.
Y desde aquella oscuridad apareció un chico de uno 17 años.
-Discúlpame yo soy Tomas. Soy nuevo por eso no tengo mucha confianza aquí… ¿quieres que te muestre el cementerio por la parte trasera del patio? Supongo que por eso estas aquí.
Lyra respondió atolondradamente
-si, no estaría mal- aparte no le quedaba otra opción.
-Entonces sígueme.
Tomas abrió la puerta.
-Nunca e entrado a este cementerio- dijo Lyra para romper el hielo.
-Si, no suelen venir muchas personas por lo que me contaron. Tal vez será por los mitos de este lugar.
Lyra se sorprendió ya que ese era el tipo de cosas que le gustaban y rápidamente dijo:
-¿Cómo cuales mitos?
-¿Nunca oíste alguno de aquí?
-La verdad es que no- dijo sinceramente
-Bueno entonces te contare el mas famoso… aquí enterraron a una mujer, que en estos momentos no recuerdo su nombre, todo el barrio de donde ella vivía era muy apreciada porque siempre daba todo lo que tenia a todos, pero el día que murió nadie quiso ayudarla. El día de su entierro no se mostro ninguna persona, y desde allí nadie vino a su tumba. Ninguno de los que trabajan quieren ir o estar cerca de allí.
Lyra se quedo impactada por el relato de Tomas
Siguieron caminando y ella se atrevió a preguntar:
-Y ¿Qué mas hay sobre el mito?
- Mmm… nada solo los visitantes dicen verla y muy pocos se terminan perdiendo en el cementerio y días después los encuentran.
Mientras Lyra seguía contemplando las estatuas de los ángeles, le subió un escalofríos por el cuerpo al escuchar que la puerta, por donde habían pasado, se había cerrado de golpe.
-se cerro
-Supongo que el viento la cerro repentinamente
Tomas había estado allí de noche otras veces, le subió un escalofríos y ya no parecía tener tanta confianza como al principio. Lyra tenia miedo pero estaba decidida a seguir adelante.
Las hojas volaban con el viento, de pronto los dos se dan vuelta por un ruido que provenía de aquellas hojas. Al volver la vista al frente los dos se horrorizaron al ver una mujer muy sonriente, cabello corto y un vestido largo.
Lyra se sintió reprimida, y para ese instante si tenia miedo y ya sin ganas de seguir, Tomas quería gritar pero las palabras no salían de su boca
-¿Necesitan ayuda?
Esas fueron las dos únicas palabras que aquel espíritu pronuncio, no dijo mas nada. Ningún murmuro o queja.
El espíritu de la mujer agarro por los pies a Lyra y empezó a arrastrarla por el pasto seco. Tomas abrumado por lo que estaba pasando atolondradamente salió a ayudar a Lyra sin pensar en lo que le podía pasar.
Lyra tenia todas las piernas llenas de sangre por las garras del espíritu. Tomas en el intento de salvarla tropezó con una tumba y una estatua de un ángel lo aplasto y no pudo salvarse.
Lyra tampoco lo logro ya que murió desangrada en el bosque, días después encontraron los dos cuerpos y en uno de ellos tenia escrito en la espalda “NO NECESITO AYUDA”.  

                                                                          Fin
                                                                                                                Godoy, Martina  Vittar, Azul

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